BIBLIO-CABINA
El uso extendido de los teléfonos móviles hace que las cabinas telefónicas caigan en desuso y por eso, en algunas ciudades del mundo se las ha convertido en objetos útiles, acondicionándolas para otras aplicaciones.
En Inglaterra, por ejemplo, la British Telecom
lanzó su campaña ‘Adopt a Kiosk’, una iniciativa que busca rescatar
las tradicionales cabinas rojas, icono de la cultura británica. De las 70 mil cabinas originales diseñadas por Sir Giles Gilbert Scott, sólo quedan 11 mil de este tipo y otras 51 mil de modelos más modernos. Consistió en ofrecer a municipios y
administraciones locales, la posibilidad de ‘adoptar’ una cabina al precio de una libra.
Esta campaña iniciada en 2009 resultó muy exitosa ya que desde entonces se han salvado alrededor de mil quinientas cabinas telefónicas que se han transformado en puestos de flores, centros de información, instalaciones de arte y hasta espacios que guardan desfibriladores cardiacos.
También se dice que en realidad todo surgió, en un pueblo al suroeste de Inglaterra donde consultaron a sus habitantes que hacer con las cabinas como solución antes que fueran removidas. Un cartero tuvo la gran idea de convertirla en una especie de “mini biblioteca” porque la biblioteca más cercana se encontraba a varios km de allí y la biblioteca móvil solo pasaba una vez al mes repartiendo libros,naciendo los “ Phone Booth Library” (
Locke tuvo varias decepciones pero mantuvo su
ilusión. El primer centro de bookcrossing fue desmantelado en pocas horas
desapareciendo tanto los libros como las repisas; pero en las siguiente
estructuras perfeccionó el método pegando logos del proyecto en los lomos de
los libros y colocando la leyenda toma
un libro / deja un libro en
los laterales de las estanterías. En Los Ángeles, la artista local Amy Inouye, tiñó la cabina con un simpático tono de barrio, acercando el bookcrossing a sus habitantes, y así compartir cultura sin costo alguno para la ciudad.
En nuestro país también tomaron la
iniciativa, para recuperar este espacio: Fue más precisamente en la localidad
de Ing.Maschwitsz, en Bs.As, donde l ingeniero en sistemas Jorge Croce, pionero
de este proyecto tomo la idea de una amiga que la vio en Uruguay.
Aunque mucho creyeron que era una idea
muy naif, muchas personas entregaron su tiempo libre a la restauración de la
cabina londinense y otras tantas colaboraron con la entrega de material
bibliográfico con la esperanza de que la comunidad entienda que su
mantenimiento es un bien para todos. En sus cinco estantes hay unos 200 libros,
tanto para adultos como para chicos .Funciona
todos los días, desde el momento mismo en que un primer vecino abre la puerta
con llave hasta que otro la cierre a la noche. El procedimiento para usarla es
muy fácil ya que tiene la misma modalidad del Bookcrossing, con la única
diferencia que se concentra en un solo lugar.Además, posee una página en Facebook, llamada "Bibliocabina dela Palza de Maschwitz", que anima a otras localidades para que reutilicen sus espacios abandonados.Cuenta con más de cuatro mil seguidores que apoyan y disfrutan de esta novedad.
Solo
queda en nosotros apreciar y defender este tipo de iniciativa que requiere compromiso
y buena voluntad por el bien común de toda nuestra sociedad.
Fuente:
Diario El Dia de Escobar;www.eviajando.com ; diario Clarin;www.absolutnewyork.com
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