viernes, 29 de noviembre de 2013

Montescos y Capuletos argentinos

Esta historia demuestra el enfrentamiento de dos familias, una perteneciente a los sectores patricios de Bueno Aires y otra una familia burguesa, los Anchorena y los Kavanagh. Como producto de este enfrentamiento, se construyó en 1935, el edificio Kavanagh, uno de los mas famosos de la ciudad de Buenos Aires admirado por todo el mundo, por su arquitectura y sus detalles lujosos. Existen varias versiones. Gracias a Dios en ninguna corrió sangre...aunque la  venganza es el placer de los dioses y es un plato que se sirve bien frio

  

Se dice que en los años 30, Corina Kavanagh, tenia un romance con un hijo de Mercedes, romance que no aprobaba porque Corina provenía de una familia adinerada pero sin orígenes patricios. La paradoja reside en que el apellido Anchorena tampoco era aristócrata, sino que el patriarca de la familia era un inmigrante español que se dedicaba al comercio en el siglo XVIII, y supo casarse con una joven perteneciente a una familia que si tenia orígenes patricios .
 
La oposición rotunda de Doña Mercedes produjo que los jóvenes se separan. Satisfecha, puso sus energías en la  compra de unos terrenos frente a la Iglesia del Santísimo Sacramento, que funcionara como sepulcro familiar. Sin embargo, aunque el terreno estaba en venta, Mercedes no pudo lograr su propósito, ya que Corina, le ganó de mano mientras la ilustre señora realizaba un viaje por Europa y compró el lote . Contrató a los mejores arquitectos para que construyeran un edificio de hormigón armado de 120 metros de altura, evitando que la Basílica pueda ser vista de frente, desde cualquier punto, pero especialmente desde un palacete del otro lado de la plaza San Martín.
 
     De esta forma se construyo el edificio Kavanagh, uno de los más famosos de Buenos Aires. Está ubicado en Retiro, uniendo con un pasaje las calles Florida y San Martín, frente a la plaza del mismo nombre. Fue construido en sólo catorce meses, entre 1934 y 1936, y aquello fue un acontecimiento ya que, por entonces, con sus 120 metros era el edificio más alto de Latinoamérica, la construcción de hormigón armado más alta del mundo y el primero del planeta en ser poseedor de aire acondicionado central en todos los departamentos. Corina se reservó el piso 14 que ocupa toda una planta. El estudio de arquitectos Sánchez, Lagos y De la Torre basó sus cimientos en 2.400 metros cuadrados para construir sobre ellos ese edificio de 32 pisos que tiene una superficie construida de 29.000. Los 107 departamentos son espaciosos y, una curiosidad, no hay dos iguales.
           

Algunos desestiman esta historia, ya que Mercedes Anchorena murió en 1920. No obstante, más allá de la veracidad de esta historia, lo cierto es que el Único lugar desde donde es posible ver de frente la maravillosa basílica del Santísimo, es la entrada por la calle San Martín al pasaje que une al edificio con el hotel Plaza. Este pequeño pasaje se llama Corina Kavanagh.

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