CAFE TORTONI
El Tortoni es el paradigma del café porteño, pero poco se sabe de sus orígenes. Apenas un inmigrante francés de apellido Touan decidió inaugurarlo a fines de 1858, el nombre lo tomó prestado del de un establecimiento del Boulevard des Italiens, en el que se reunía la elite de la cultura parisina del siglo XIX.
A fines del siglo, el bar fue adquirido por otro francés: don Celestino Curutchet, a quien el poeta Allende Iragorri describiera como ...el típico viejito sabio francés.... Menudo de cuerpo y fuerte de espíritu, estilaba la clásica perilla alargada, ojos vivísimos y usaba un casquete árabe de seda negra, casi un personaje de historieta que agregaba otro acento peculiar a la fisonomía el lugar.
El local era frecuentado por un grupo de pintores, escritores, periodistas y músicos que formaban la Agrupación de Gente de Artes y Letras, liderada por Benito Quinquela Martin. En mayo de 1926 forman La Peña, y le piden a Don Celestino Curutchet, que les deje usar la bodega del subsuelo. El dueño acepta encantado, porque según sus palabras ... los artistas gastan poco, pero le dan lustre y fama al café..Entre sus enmaderadas paredes, junto a sus mesas de roble y mármol verde, se sentaron Alfonsina Storni, Carlos Gardel, Baldomero Fernández Moreno, Luigi Pirandello, Federico García Lorca y Arturo Rubinstein entre otros artistas, hombres de letras y parlamentarios que dejaron su impronta en la cultura e historia de Buenos Aires
FUENTE: www.cafetortoni.com.ar
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