Carnavales Patrimonio
de la Humanidad
Entre la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad se
encuentran abundantes fiestas y celebraciones que conservan las tradiciones más
antiguas de todo tipo de culturas alrededor del mundo y el carnaval es uno de ellos . E xisten festejos con ciertas peculiaridades que no se ven en otras latitudes, por lo que deben ser protegidas ante el avance de la modernidad, el olvido o poco interés en las tradiciones y el avance de culturas foráneas. En este punto aparece la Unesco que consientiza con ese nombramiento al mundo, ante el peligro de extinción de manifestaciones culturales que desaparecerán si no hacemos algo para remediarlo.
Hay que clarar que el hecho de que un carnaval sea
Patrimonio de la Humanidad
no quiere decir que sea el mejor del mundo. Por ejemplo el Carnaval de
Venecia, el de Mardi Gras en New Orleans, los de Tenerife y Río de Janeiro son los mas espectaculares y no tienen aún esa distinción.
Esta tradición se
festeja normalmente justo antes de que empiece el periodo de la Cuaresma cristiana. El
carnaval, cuya fecha exacta de inicio varía cada año siendo normalmente en
febrero o principios de marzo, empieza generalmente un jueves y finaliza el
martes siguiente, el conocido como ‘Martes de carnaval’ o ‘Mardi gras’, seguido
al día siguiente por un último acto, llamado en algunas latitudes el entierro
de la sardina.
El entierro de la sardina es una ceremonia con la que se anuncia el fin del Carnaval en diversos puntos de España e Hispanoamérica. Los entierros suelen consistir en un desfile carnavalesco que parodia un cortejo fúnebre y culmina con la quema de alguna figura simbólica, generalmente representando a una sardina. El entierro de la sardina carnavalesco se celebra tradicionalmente el miércoles de Ceniza y en él se entierra simbólicamente al pasado, a lo socialmente establecido, para que puedan renacer con mayor fuerza, para que surja una nueva sociedad transformada.
La celebración del carnaval mezcla diferentes elementos como
los disfraces, los desfiles y las fiestas en la calle que presentan ciertas
diferencias según el país y la localidad en cuestión. El carnaval se
caracteriza por ser un momento de permisividad, alegría y cierto descontrol.
Los carnavales recogen elementos de tradiciones precristianas, como las
saturnales, los festejos en honor a Dionisio o Baco, y también incorporan
características de algunas fiestas andinas prehispánicas y de origen
afroamericano. En general, los antropólogos consideran el carnaval como el
heredero de los antiguos ritos de celebración del fin del invierno y la
inminente llegada de la primavera, el ocaso de la oscuridad y el regreso de la
luz.
De Oruro, en Bolivia, a Recife, en Brasil o a Barranquilla,
en Colombia, pasando por El Callao (Venezuela), pero también en Croacia,
Bélgica, Austria o Hungría, varias de estas festividades forman parte de la Lista Representativa
del patrimonio inmaterial de la humanidad.Hoy te mostramos los mas relevantes:
Schemenlaufen:
desfile del carnaval de Imst – Austria Inscrito en 2012 en la Lista Representativa
del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Cada cuatro años, la ciudad de Imst celebra la fiesta del
carnaval el domingo que precede al tiempo litúrgico cristiano de la Cuaresma. El regocijo
principal es el Schemenlaufen, un desfile de bailarines disfrazados y
enmascarados. Sus personajes principales son parejas de hombres, en las que uno
va ataviado con un traje de cascabeles y el otro lleva esquilones que pueden
pesar hasta 35 kg .
Ambos ejecutan una singular danza musical compuesta por saltos y reverencias al
ritmo de la cual los cascabeles y esquilones suenan con tonos graves y agudos.
Son 55 las parejas que desfilan, acompañadas por otros personajes enmascarados
que remedan sus pasos de baile pausadamente. Otros personajes mantienen el
orden dando palmadas a los espectadores o arrojándoles agua, mientras que una
joven desparrama polvos perfumados entre el público. En el desfile también hay
deshollinadores enmascarados que trepan por las paredes de las casas para
mostrar su bravura, brujas que lanzan gritos a la muchedumbre acompañadas por
las melodías disonantes de una banda de música y osos blancos o pardos que
muestran su fuerza al público. El carnaval agrupa a toda la población de Imst
en torno a un objetivo común: organizar la fiesta de carnaval ateniéndose a una
antigua tradición. Los vecinos de Imst, y más concretamente las mujeres,
aprenden en la escuela técnicas para confeccionar los trajes utilizados en el
desfile carnavalesco, y los herreros de la localidad forjan cascabeles y
esquilones. Cualquier habitante de la ciudad puede esculpir máscaras de madera
y las técnicas de artesanía tradicionales se suelen transmitir en el seno de
las familias o se enseñan en cursos especiales.
El carnaval de Aalst
- Bélgica Inscrito en 2010 en la Lista Representativa
del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El carnaval de Aalst se celebra todos los años durante tres
días, a partir del Domingo de Cuaresma cristiano. Con su celebración culmina el
año de preparativos efectuados por los vecinos de esta ciudad, situada al norte
de Bélgica, en la región de Flandes Oriental. Las festividades, jubilosas y
satíricas a la vez, se señalan por los siguientes eventos: la proclamación
simbólica del Príncipe Carnaval como alcalde de la ciudad, que recibe las
llaves de ésta durante una ceremonia en la que se ridiculiza a los políticos
del municipio; el desfile de gigantes y de Bayardo, el caballo legendario del
emperador Carlomagno; el baile con escobas en el emplazamiento del mercado
central para ahuyentar a los fantasmas del invierno; el desfile de muchachos
jóvenes disfrazados de mujeres que llevan corsés, cochecitos para niños y
paraguas rotos; y la quema ritual de la efigie del Carnaval, acompañada por los
gritos de los presentes que quieren que la fiesta se prolongue por espacio de
una noche más. Además de los participantes oficiales que desfilan en carros
alegóricos escrupulosamente preparados, vienen a sumarse a las festividades
grupos extraoficiales que escenifican burlescamente los acontecimientos locales
e internacionales del año que acaba de transcurrir. Esta festividad tradicional
de 600 años de antigüedad atrae a unos 100.000 espectadores y es una expresión
de un esfuerzo colectivo de todas las clases sociales, así como un símbolo de
la identidad de la ciudad dentro de la región. Recreada continuamente por las
generaciones más jóvenes, la atmósfera jocosa y un tanto subversiva de este
carnaval secular constituye una ocasión para exaltar la unidad de la ciudad de
Aalst.
El carnaval de Binche – Bélgica Inscrito en 2008 en
La ciudad medieval de Binche está situada al sur de
Bruselas, en la provincia belga de Hainaut. Cada año, durante los tres días que
preceden la Cuaresma ,
en esta ciudad de más de 32.000 habitantes se celebra un carnaval en el centro
histórico de la ciudad que atrae a un gran número de visitantes extranjeros. El
célebre Carnaval de Binche, cuyos orígenes se remontan a la Edad Media , es una de
las más antiguas celebraciones de este tipo que sobreviven en Europa.
Durante esos días, reina un ambiente de gozosa efervescencia
en la ciudad, donde miles de habitantes se afanan en la confección de suntuosos
trajes y participan en los ensayos con los instrumentos de percusión y en los
bailes de disfraces. El domingo de Carnaval, que marca el inicio oficial de las
festividades, las calles y los cafés de Binche se ven invadidos por muchedumbres
disfrazadas que recorren la ciudad. Los Mam’selles, hombres disfrazados con
extravagantes atuendos femeninos, son la principal atracción de ese día. El
apogeo de la fiesta es el martes de Carnaval, cuando hacen su espectacular
aparición los legendarios Gilles. Una vez ataviados en una ceremonia ritual,
varios centenares de Gilles ostentando sus trajes rojos, amarillos y negros,
sombreros de plumas de avestruz, zuecos de madera, campanillas, máscaras de
cera y pequeños anteojos, recorren la ciudad al compás del tambor. Pierrots,
arlequines y campesinos siguen los desfiles mezclándose con los festeros y las
bandas de música locales de instrumentos de cobre y clarinetes. Los bailarines,
exaltados por las melodías tradicionales tocadas por violas y tambores, ejecutan
una serie de complicados pasos, y entre ellos el eterno favorito, “el paso de
Gille”. El momento culminante de los festejos del día es el baile de los Gilles
en la Plaza Mayor ,
iluminado por fuegos artificiales.
El carnaval de Binche es una genuina fiesta popular famosa
por su espontaneidad y por la sustancial colaboración financiera de los
participantes. Los habitantes de la ciudad están muy orgullosos de esta
celebración y tratan de preservar las técnicas artesanales asociadas a los
trajes, accesorios, bailes y músicas tradicionales del Carnaval.
Cortejos por las casa y máscaras de carnaval en los pueblos de la región de Hlinecko - Chequia inscrito en 2010 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
En la ciudad de Hlinsko y seis aldeas vecinas, situadas al este de Bohemia, en la región de Hlinecko, se organizan una serie de cortejos populares. La celebración de esta costumbre tiene lugar tradicionalmente a finales del invierno, en tiempos de carnaval, esto es, el periodo que precede a la Cuaresma cristiana. Los hombres y muchachos de las aldeas se disfrazan con máscaras que representan personajes tradicionales, y que son de color rojo para los solteros o de color negro para los casados. Así enmascarados, van en cortejo por todas las casas de la vecindad, acompañados por una banda de música. El cortejo se detiene delante de cada hogar y, con el previo asentimiento del jefe de familia, cuatro hombres ejecutan una danza tradicional para propiciar una buena cosecha y augurar una vida próspera a la familia. Luego, a cambio de su actuación, los enmascarados reciben presentes y colectan dinero. Después de la visita del cortejo a la última casa de la localidad, se procede a la “condena a muerte de la yegua”, un ritual simbólico en el que se pronuncia una sentencia contra este animal por sus presuntos pecados, al mismo tiempo que se da lectura a un testamento en el que se abordan humorísticamente temas de actualidad. Tras la “ejecución” de la yegua, los enmascarados la resucitan con alcohol y acto seguido inician una danza con los espectadores presentes. Los cortejos de carnaval –prohibidos en los siglos XVIII y XIX por la Iglesia Católica y por el régimen socialista en el siglo XX– desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la cohesión de las comunidades de aldeanos. Los jóvenes y los niños ayudan a efectuar los preparativos y los padres confeccionan copias de las máscaras tradicionales para sus hijos.
Marcha de los campanilleros de la región de Kastav en el carnaval anual - Croacia Inscrito en 2009 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
En el carnaval de enero, grupos de campanilleros recorren los pueblos diseminados por la región de Kastav, situada al noroeste de Croacia. Vestidos con pieles de cordero y tocados con sombreros característicos adornados con ramitos verdes, los comparsas se pavonean con sus campanillas a la cintura en grupos de dos a treinta, siguiendo los pasos de un guía portador de un arbolito de hoja perenne. Animan su marcha moviendo rítmicamente las caderas unos contra otros y dando brincos al aire. Los grupos comprenden a veces personajes bufos, como un “oso” travieso que burla sistemáticamente la vigilancia de sus dos “guardianes”. Cuando llegan a un pueblo, los comparsas se agrupan en círculos concéntricos en la plaza de éste, tocando sus campanillas hasta que los vecinos les dan comida y albergue antes de seguir su periplo. Al final del carnaval, los campanilleros retornan a sus pueblos respectivos y recogen las basuras de todas las casas, quemándolas delante de ellas. Todos los presentes asisten a este ritual. La fiesta de los campanilleros del carnaval anual, que presenta variantes características en cada pueblo, contribuye al estrechamiento de los vínculos de las comunidades y es un excelente medio para renovar los lazos amistosos entre los pueblos de la región e integrar a los recién llegados en la cultura tradicional de ésta.
La fiesta carnavalesca de Granville,a la que acuden los habitantes de esta localidad normanda y de municipios vecinos, dura cuatro días y finaliza el mismo Martes de Carnaval. Los festejos comienzan con la entrega de las llaves de la ciudad a la efigie en cartón piedra del Rey del Carnaval y comprenden desfiles de carrozas acompañados por bandas de música. Unos 2.500 “carnavaleros” preparan durante seis meses unas cuarenta carrozas y diversas efigies que se burlan humorísticamente de acontecimientos de actualidad o critican a políticos y personajes famosos. Cada “carnavalero” es miembro de un comité que representa a un barrio de la localidad, o a un grupo de amigos, colegas de trabajo o familias. Los servicios de la administración municipal también fabrican algunas carrozas y participan en la logística de los festejos. También se organizan bailes populares para los diferentes grupos de edad y una batalla de confetis en la plaza del ayuntamiento. La fiesta finaliza con una “noche de intrigas” en la que los participantes disfrazados bromean o ajustan cuentas con sus amigos y allegados, con toda impunidad. Por último, se somete a juicio al Rey del Carnaval y se quema su efigie en el puerto marítimo. Este carnaval de Granville, al que acuden unas 100.000 personas cada año, contribuye a la cohesión de los habitantes de la ciudad, confiriéndoles un sentimiento de pertenencia a su comunidad. Los conocimientos y prácticas vinculados a esta fiesta se transmiten en el seno de las familias y los comités “carnavaleros”.
Fiesta de los busós de Mohács: carnaval enmascarado tradicional del final de invierno Hungría Inscrito en 2009 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Las fiestas de carnaval de los busós de Mohács, una ciudad situada al sur de Hungría, tienen lugar a finales de febrero para celebrar el fin del invierno. Reciben su nombre de los busós, personajes con disfraces pavorosos –hombres por regla general– que llevan máscaras de madera y grandes mantos de lana. Las festividades carnavalescas son muy variadas: concurso de disfraces infantiles; exposición de obras de los talladores de máscaras y otros artesanos; desembarco de 500 busós llegados en barcas por el Danubio; desfile de éstos en las calles de la ciudad, acompañados por coches de caballos y automóviles engalanados extravagantemente; quema del ataúd que simboliza el invierno en una fogata encendida en la plaza mayor; y celebración de festines y conciertos musicales en toda la ciudad. En sus inicios, este carnaval era una fiesta tradicional de la minoría croata de Mohács, pero hoy se ha convertido en un emblema de toda la ciudad y en una conmemoración de los grandes acontecimientos de su pasado. El carnaval es algo más que un evento social, es una expresión de la pertenencia a la ciudad, a un grupo social y a la nación. Desempeña un papel importante porque ofrece a todos la posibilidad de expresarse en el seno de la comunidad. Las expresiones artísticas inherentes al carnaval –talla de máscaras y ritos– son preservadas por grupos autónomos de busós de todos los medios culturales y muchos de ellos las transmiten a las generaciones más jóvenes.
Carnavak de Basilea- Inscrito en 2017 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El carnaval de Basilea, que empieza el lunes siguiente al Miércoles de Ceniza y dura exactamente 72 horas, es el más importante de Suiza. El lunes y el miércoles tienen lugar dos cortejos en los que desfilan, al son de bandas de pífanos y tambores, unas 11.000 personas disfrazadas y agrupadas en comparsas acompañadas por carrozas y calesas. El martes, día dedicado a los niños, se celebran conciertos y exposiciones de farolillos, al mismo tiempo que otros eventos festivos. El carnaval se asemeja a una revista satírica gigante en la que se recurre a todo tipo de medios visuales y retóricos para burlarse de vicios y desatinos. En la preparación de esta fiesta, que atrae a 220.000 visitantes suizos y extranjeros aproximadamente, participan activamente unas 20.000 personas de todos los orígenes, edades, clases sociales y convicciones políticas. Los practicantes y depositarios de este elemento del patrimonio cultural han creado asociaciones de distintos tipos, formadas por hombres y mujeres en pie de igualdad. El carnaval fortalece la cohesión social, promueve la tolerancia por medio de la crítica social y contribuye a la salvaguardia del dialecto local. La transmisión de esta práctica cultural se efectúa de manera informal en el seno de las familias que participan en ella desde varias generaciones atrás. Las comparsas también desempeñan un papel importante a este respecto y algunas de ellas cuentan con secciones dedicadas a preparar el relevo generacional. Algunos festejos previos al carnaval también facilitan la transmisión de este elemento fuera de su época de celebración. En los últimos decenios, la salvaguardia del carnaval ha sido posible gracias a las medidas adoptadas por las comunidades para preservarlo, así como al continuo apoyo de las autoridades.
CARNAVALES DE AMÉRICA
Frevo: arte del
espectáculo del carnaval de Recife – Brasil .Inscrito en 2012 en la Lista Representativa
del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El frevo es una expresión artística musical y bailada que se
practica principalmente durante el carnaval de de Recife. El ritmo rápido,
frenético y potente de su música, ejecutada por bandas de música militares y
charangas, se basa en la fusión de géneros como la marcha, el tango brasileño,
la contradanza, la polka y piezas de música clásica. La música es esencialmente
urbana y al igual que el passo –la danza que la acompaña– es también dinámica y
subversiva. La danza tiene sus orígenes en la destreza y agilidad de los
luchadores de capoeira, que improvisan sus brincos al son electrizante de las
orquestas y bandas de instrumentos de metal. Los que practican el frevo y el
passo son miembros de asociaciones que participan en los desfiles del carnaval.
En las sedes de estas asociaciones se ofrece apoyo para preservar, transmitir y
desarrollar las competencias y conocimientos relacionados con el frevo. Este
elemento del patrimonio cultural también está estrechamente vinculado a las
creencias y al universo simbólico de la religión de quienes lo practican.
Varias asociaciones adoptan como distintivos colores que guardan relación con
la fe religiosa de sus miembros y algunos de los ornamentos utilizados tienen
también un significado religioso. El frevo es fruto de la creatividad y riqueza
cultural generadas por una combinación excepcional de la música, el baile, la
capoeira, la artesanía y otros elementos que ponen de manifiesto el ingenio y
la capacidad de creación de quienes lo practican. Esa capacidad para fomentar
la creatividad humana y el respeto de la diversidad cultural son inherentes al
frevo.
El carnaval de Oruro – Bolivia Inscrito en
2008 en la Lista
Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (originalmente
proclamado en 2001)
Oruro, situado a una altitud de 3.700 m en las montañas del
oeste de Bolivia, era un importante centro de ceremonias precolombino antes de
convertirse en un importante centro minero en los siglos XIX y XX. La ciudad
fue refundada por los españoles en 1606 y siguió siendo un lugar sagrado para
el pueblo uru, al que venían desde muy lejos para cumplir con los ritos,
especialmente la gran fiesta de Ito. Los españoles prohibieron esas ceremonias
en el siglo XVII, pero éstas continúan bajo la fachada de la liturgia
cristiana: los dioses andinos se ocultaban tras los iconos cristianos,
convirtiéndose así en santos. La fiesta de Ito fue transformada en ritual
cristiano: la Candelaria
(el 2 de febrero), y la tradicional “lama lama” o “diablada” se convirtió en el
baile principal de Oruro.
Todos los años, durante seis días, ese carnaval da lugar el
despliegue de toda una gama de artes populares en forma de máscaras, tejidos y
bordados. El principal acontecimiento es la procesión (“entrada”), durante la
cual los bailarines recorren durante veinte horas, sin interrupción, los cuatro
kilómetros de la procesión. Más de 28.000 bailarines y 10.000 músicos
repartidos en unos cincuenta grupos participan en el desfile, que ha sabido
conservar las características tomadas a los misterios medievales.
El declive de las actividades mineras y agrícolas
tradicionales amenaza a la población de Oruro, así como la desertización del
altiplano andino, que provoca una emigración masiva. La urbanización ha
producido un fenómeno de aculturación, abriendo una brecha creciente entre las
generaciones. Otro peligro es la explotación financiera incontrolada del
carnaval.
El carnaval de
Barranquilla - Colombia Inscrito en 2008
en la Lista Representativa
del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (originalmente proclamado en 2003) Cada
año, durante los cuatro días que preceden la Cuaresma , el Carnaval de
Barranquilla presenta un repertorio de danzas y expresiones culturales de las
distintas culturas colombianas. Por su situación geográfica en la costa del
Caribe y por su auge económico durante el periodo colonial, la ciudad de
Barranquilla se ha transformado en uno de los primeros centros de comercio del
país y en un lugar de convergencia de los pueblos y culturas amerindias,
europeas y africanas.
Este mestizaje de diversas tradiciones locales trasparece en
numerosos aspectos del carnaval, y en particular en los bailes (como el mico y
las micas originario de las Américas, el congo africano y el paloteo, de origen
español), los géneros musicales (principalmente la cumbia, pero también otras
variantes como la puya y el porro), y los instrumentos populares (tambora y
alegre, maracas, claves…). La música del carnaval suele ser interpretada por
conjuntos de tambores o de instrumentos de viento. La cultura material de los
objetos artesanales se expresa profusamente mediante carrozas, trajes,
sombreros adornados y máscaras de animales. Grupos de bailarines con máscaras,
actores, cantantes e instrumentistas deleitan a las multitudes con sus
representaciones teatrales y musicales inspiradas tanto en los acontecimientos
históricos como en la actualidad. La vida política contemporánea y sus
personalidades son objeto de mofa en los discursos y canciones satíricas que
dan un carácter burlesco al carnaval.
Gracias al creciente éxito que obtuvo en el siglo XX, el
Carnaval de Barranquilla se ha transformado en una manifestación profesional que
es objeto de una amplia cobertura mediática. Aunque esta evolución genera
beneficios económicos a muchas familias de bajos ingresos, la creciente
comercialización constituye una amenaza potencial para la supervivencia de
numerosas expresiones tradicionales.
El carnaval de
Negros y Blancos – Colombia.Inscrito en 2009 en la Lista Representativa
del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Surgido de tradiciones nativas andinas e hispánicas, el
Carnaval de Negros y Blancos es un gran acontecimiento festivo que tiene lugar
todos los años, desde el 28 de diciembre hasta el 6 de enero, en San Juan de
Pasto, al sudoeste de Colombia. El primer día de las festividades se celebra el
Carnaval del Agua, durante el cual se rocían calles y casas para crear una
atmósfera lúdica. El 31 de diciembre tiene lugar el Desfile de Años Viejos, en
el que los comparsas recorren las calles con monigotes satíricos que
representan a personalidades y eventos de actualidad. Esta jornada finaliza con
una cremación ritual del Año Viejo. Los dos últimos días del carnaval son los
más importantes, cuando todos los participantes, sea cual sea su etnia, se
maquillan de negro el primer día y de talco blanco el segundo para simbolizar
así la igualdad y unir a todos los ciudadanos en una celebración común de la
diferencia étnica y cultural. El Carnaval de Blancos y Negros es un periodo de
convivencia intensa, en el que los hogares se convierten en talleres colectivos
para la presentación y transmisión de las artes carnavalescas y en el que
personas de todas clases se encuentran para expresar sus visiones de la vida.
Esta fiesta reviste especial importancia como expresión del mutuo deseo de que
el futuro esté presidido por un espíritu de tolerancia y respeto.
El Carnaval de
El Callao - Venezuela Inscrito en 2016 en la Lista Representativa
del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El carnaval de El Callao es una práctica cultural de las
comunidades de esta ciudad de la República Bolivariana
de Venezuela, que guarda relación con los festejos de emancipación llamados
“Cannes Brulées” que tienen lugar en las Antillas de habla francesa. Desde
enero a marzo, esta festividad tradicional agrupa hasta unos 3.000
participantes que desfilan por las calles de la localidad disfrazados de
personajes históricos o imaginarios al ritmo del calipso y otras músicas y
danzas. Los desfiles son conducidos por mujeres que danzan engalanadas con
vestidos variopintos. Son las llamadas “madamas”, matronas antillanas que se
consideran auténticos pilares de la identidad callaoense por ser consideradas
portadoras y comunicadoras de los valores culturales de la comunidad. Otros
personajes del carnaval son: los “mediopintos”, jóvenes que divierten al
público embadurnando con hollín a los que se niegan a contribuir con un óbolo; los
“mineros”; y los “diablos”, personajes enmascarados que bailan blandiendo un
látigo para mantener el orden. También participan en la festividad niños y
adultos con otros disfraces. Este carnaval pone de relieve la historia de los
habitantes de la ciudad y su diversidad al exaltar el legado cultural
afroantillano y las influencias de otras comunidades, fortalece la identidad de
los callaoenses, propicia la unidad entre ellos e incita a las generaciones más
jóvenes a descubrir su patrimonio cultural. La transmisión de esta práctica
cultural entre las generaciones se efectúa esencialmente en el seno de las
familias y en escuelas dirigidas por depositarios de las tradiciones, en las
que los niños adquieren las competencias necesarias para participar en el carnaval,
componiendo melodías, tocando instrumentos musicales, cantando, bailando y
fabricando máscaras.
Fuente: Unesco
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