CARTAS DE ESPERANZAS
Una de
las atracciones turísticas más populares de Verona es sin lugar a dudas la Casa
de Julieta, donde según la historia del dramaturgo británico
William Shakespeare se llevó a cabo la historia de amor más romántica del mundo.
Fue escrita a finales del siglo XVI siendo reproducida hasta el hartazgo en miles
de versiones, en distintos escenarios y diferentes épocas.
La casa se encuentra en la vía Cappello nr. 23, a pocos metros de la Piazza delle Erbe. Hay muy
poca información sobre la verdadera historia de esta casa; Lo que si se sabe
con certeza es que es un palacio de inicios del siglo XIII y que perteneció a
una familia veronesa de apellido “Dal Capello”, como se lee en la insignia que aún
pende en la fachada de la casa. Las fechas y la inscripción en el frente hicieron
nacer la leyenda popular de que esta casa pertenecía a la familia “Capuletti” de la historia de “Romeo y Julieta”.
El éxito de la tragedia teatral fomentó que la casa de Julieta se convirtiera
en un símbolo universal del amor, y por
ello, el edificio ha sido restaurado en varias ocasiones. Tanto es así que el
famoso balcón fue añadido a principios del siglo XX. Las obras
de restauración estuvieron a cargo de Antonio Avena en 1935.
Lo primero que sorprende al entrar a la residencia de Julieta
son las enormes carteleras que se encuentran en las paredes del pasillo: Ellas
están totalmente cubiertas de tarjetas y esquelas de amor escritas por los
turistas y visitantes que vienen a Verona desde todas partes del mundo; Se
encuentra todo tipo de cartulinas en diferentes idiomas con simples mensajes
donde los amantes se juran amor eterno, otras cartas de personas con el corazón
partido que buscan consuelo ,otras de agradecimiento ,así también mensajitos de personas que se
encuentran en la espera de la llegada de su verdadero amor…
Estas carteleras se
llenan de mensajes en muy corto tiempo, y es por eso que dos veces al año son
limpiadas, antes del 14 de febrero (día de San Valentín) y el 17 de septiembre
(cumpleaños de Julieta). Sus paredes se han convertido en los últimos años en
una verdadera expresión de arte popular, tanto que el ayuntamiento de Verona
está pensando en crear un museo donde mostrar todas las carteleras expuestas en
los años precedentes.
Una vez pasado este pasillo, se llega al atrio principal de
la casa: un lugar a cielo abierto que es donde se encuentra el famoso balcón. A
sus pies se encuentra la hermosa estatua
de bronce de la joven, realizada por el escultor italiano Nereo Costantini.
Dice una leyenda que si se le toca un seno derecho,
se regresará a Verona o se encontrará el verdadero amor.
Desde el atrio principal, se puede entrar a la vivienda .En
ella se encuentran numerosos muebles del siglo XVI y XVII, varios objetos de
cerámica renacentista veronesa y muchos frescos y cuadros que muestran escenas
de la historia de Romeo y Julieta.
Desde abril de 2009, el ayuntamiento de la ciudad ha
encontrado una romántica (y lucrativa) manera de casarse…el balcón en el que
Romeo cortejó a su Julieta ha abierto sus puertas para que todos aquellos que
lo deseen puedan celebrar su boda civil. Por un precio de entre
600 y 1.000 euros (dependiendo
de la procedencia de los enamorados)
Pero
la historia no finaliza allí… Aun en tiempos de e-mails, blogs y redes
sociales,;todavía existen personas que escriben cartas enviándolas por el “anticuado”
correo. Llegan alrededor de 6000 cartas por año y tienen su propio espacio,
llamado el Club de Julieta. Las
cartas han estado llegando desde principios del siglo XIX, pero nadie sabe que
es lo que empezó a originarlas. Se cree que una versión cinematográfica de
Romeo y Julieta de la década del ‘30 estimuló la práctica. Desde 1937 este
grupo de voluntarios continúan la tradición iniciada por Ettore Solimani,
custodio del presunto sepulcro de Julieta Capuleto.
Las cartas llegan de todos los lugares del mundo pero su
mayoría vienen de Europa y Estados Unidos, muchas sólo dicen "Julieta,
Verona" en la dirección y los empleados de correos de Italia se encargan
del resto. Casi todas están escritas a mano con tinta y no tiene distinción de
edad o sexo pero estadísticamente el 70% son de mujeres.Las llevan a una oficina situada
exactamente frente al emblemático balcón, donde 15 secretarias voluntarias leen y
contestan la correspondencia. Ellas son una
mezcla entre una amiga, una consejera y una doctora del corazón. Ofrecen apoyo,
consejos o, simplemente, un oído, para aquellos que necesitan hablar sobre el
amor basándose en sus propias
experiencias amorosas. La mayoría son mujeres de mediana edad que se enteran
del trabajo por boca de alguien. Ellas mismas firman las misivas, pero no con
sus nombres reales sino con la palabra "Julieta".
Cada
celebración de San Valentín, día de los enamorados, la ciudad de Verona premia
además a las mejores cartas
recibidas durante el año.
Se creo un
archivo que atesora 50.000 epístolas; algunas son conmovedoras y otras cómicas .Esto
impulsó a las hermanas estadounidenses Lise y Ceil Friedman a escribir el libro
"Cartas a Julieta", de la cual se baso la película homónima protagonizada por Vanessa Redgrave. El libro recoge ejemplos de esa singular correspondencia, retratando el
esfuerzo del Club de Julieta que
responde en varios idiomas, y explora el
mito de la heroína shakesperiana.
Esta
costumbre puede parecer naif hasta melodramática, aunque todavía existen corazones que desean
expresar sus sentimientos y encontraron
esta manera para hacerlo ante la falta de alguien que los escuche y apoye, pero
no los juzgue.
Se pierde cada vez mas la comunicación porque se cree que ser sensible es un rasgo de
debilidad convirtiéndonos en seres
histéricos y egoístas. Vivimos en una época donde los sentimientos no tienen
valor y solo interesa el “YO”.
Queda en nosotros elegir que vida vivir pero no
tenemos derecho a despreciar o reírnos de a aquellos que buscan esas gotas de romanticismo,
esperanza y alegría que fortalecen el alma.
FUENTES :Diario Clarin, Revista Hola,BBC Mundo,www.conociendoitalia.com .