domingo, 14 de abril de 2013

Tienes una carta

          Lástima que se ha perdido la costumbre de enviar cartas por el arcaico correo. Genera tanta felicidad abrir el buzón  de casa y encontrar un sobre con tu nombre, conteniendo en su interior no una factura, sino una carta manuscrita,  que aun en pocas líneas, permite ver cómo la letra de un ser querido dibuja sus sentimientos en una hoja de papel.


Por eso hoy les acerco esta  Carta de Henry Miller a Brenda Venus

Me gustaría poder escribirte en ruso, en azteca , en armenio y en iraní. Porque eres ilimitada. Eres lo que los griegos llaman `nada en moderación`. Eres Mona, Anaïs, Lisa, tout le monde, todas combinadas. Fuego, aire, tierra, océano, cielo y estrellas.
Y ahora un hombre de 87 años, locamente enamorado de una mujer joven que me escribe las más extraordinarias cartas, que me ama a morir, que me mantiene vivo y enamorado (un perfecto amor por vez primera) que me escribe tan profundas y emocionantes reflexiones que me siento feliz y confuso como sólo un adolescente podría estarlo. Pero por encima de todo, agradecido, y afortunado. ¿Merezco realmente tan hermosos elogios como tú me dedicas? Haces que me pregunte quién soy exactamente, si me conozco en realidad y qué soy. Me tienes en el misterio. Por lo cual aún te amo más. Caigo de rodillas y rezo por ti, te bendigo con la poca santidad que hay en mí. Viaja feliz, mi queridísima Brenda y no lamentes nunca este romance a mitad de tu joven vida. Los dos hemos sido bendecidos. No somos de este mundo. Somos las estrellas y el universo de más allá.
Larga vida a Brenda Venus. ¡Dios le conceda dicha, plenitud y amor eterno

         Si quieren sorprender a alguien, envíen una carta. Vivan la ansiedad de no saber si llegará  y la expectativa  de la respuesta de ese ser querido.

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