martes, 24 de junio de 2025

Día del Cantor Nacional


El Día del Cantor Nacional se celebra cada 24 de junio en honor a Carlos Gardel, quien falleció un día como hoy, pero de 1935. Se trata de una de las figuras más importantes de la cultura argentina y símbolo del tango en el mundo. Sus canciones lograron impulsar este género ,siendo una pieza clave para la música latinoamericana. Y por esas cosas de la vida, también es la fecha de muerte del cantante de cuarteto cordobés, Rodrigo Bueno

La jornada fue establecida por el Congreso de la Nación el 18 de septiembre de 1991 mediante la ley 23.976. La normativa tiene como fin destacar la vida y obra de este artista, que es considerado como uno de los más importantes del país.

La vida del Carlos Gardel

De acuerdo a la recopilación de datos, Carlos Gardel nació el 11 de diciembre de 1890 en Toulouse, Francia. Sin embargo, existen diferentes teorías que indican que su natalicio fue en la Argentina o Uruguay. De cualquier forma, el vínculo del artista con el país se consolidó en 1923, cuando obtuvo la nacionalidad argentina.

Su madre trabajaba como asistente de teatros porteños, y es así que desde temprana edad recorrió la calle Corrientes, que inspiró gran parte de su obra. Su contacto con el arte lo llevó a conocer a José Razzano, un compositor uruguayo que fue su primer compañero de canto.

Gardel compuso 85 canciones e interpretó decenas de piezas, a las que le otorgó su impronta personal hasta llevarlas a la fama. Algunas de sus obras más recordadas son “Por una cabeza”, “El día que me quieras”, “Caminito”, “Volver”, “Yira Yira”, “Mi Buenos Aires querido”, “Sus ojos se cerraron” y “Cuesta abajo”. Asimismo, protagonizó más de 20 películas, entre las que destacan Tango bar, Melodía de arrabal y El Tango de Broadway.

Nadie puede negar el éxito de Carlos Gardel, pero son muy pocos los que saben que éste se terminó de consolidar en solo trece meses; desde su triunfo en la NBC en Nueva York, el 31 de diciembre de 1933, hasta el anuncio de la presentación de sus últimas dos películas, El día me quieras y Tango Bar. El 20 de marzo de 1935 comenzó la que se conocería como la última gira, que comprendía la visita a algunos países de Latinoamérica, coartada por el trágico final, hecho que marcó y puso fin a los sueños de todo un continente.

Carlos Gardel falleció el 24 de junio de 1935 durante un accidente en la pista de despegue del Aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, Colombia. Sus restos descansan en un mausoleo dedicado en su honor, en el Cementerio de la Chacarita. Es posible visitar el Museo Casa Carlos Gardel, ubicado en su antiguo domicilio de la calle Jean Jaures 735.

10 frases para recordar a Carlos Gardel

“No basta con tener la voz más melodiosa para entonar un tango. No. Hay que sentirlo, además. Hay que vivir su espíritu”.

“Mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver no habrá más pena ni olvido”.

“Cuando necesito de paz, de tranquilidad, de sosiego, cuando muchos copetines y muchas farras me han cansado, vengo a ver a mi viejecita, y a su lado recobro fuerzas.”.

“La gente de distintas partes del mundo podrá tener diferentes costumbres, idiomas extraños. Pero hay algo más hondo en común: la afinidad que nos da saber que todos somos miembros de la familia humana. Todos somos hermanos”.

“Cómo voy a cantar palabras que no entiendo, frases que no siento. Hay algo en mí que vibra al sonido de las palabras que me son familiares, que están hondamente arraigadas en lo más íntimo de mi ser; palabras que aprendí en mi niñez, que tienen el significado de cosas muy nuestras, imposible de transmitir”.

 “No soy yo el que triunfa; es nuestro tango el que se impone. Nueva York aplaude nuestras películas y nuestras canciones. Hago todo esto pensando en un próximo gran futuro de nuestra cinematografía argentina, y haré muchas películas más, algunas hasta en inglés, si se trata de que me lo soliciten. ¡¿Quién dijo miedo?! Aunque las canciones que en ellas se intercalen serán como siempre en castellano.”

“Yo me siento muy feliz y satisfecho con el homenaje del pueblo. Porque es mi pueblo. Es el pueblo que sufre y ríe conmigo, y que me aplaude. El pueblo que ha formado el pedestal de mi prestigio y mi gloria.”

“Hay algo en mí que vibra al sonido de las palabras que me son familiares, que están hondamente arraigadas en lo más íntimo de mi ser; palabras que aprendí en mi niñez, que tienen el significado de cosas muy nuestras, imposible de transmitir... El idioma, señores, es el español... O mejor aún, el porteño.”

“He amado muchas veces en mi vida y conservo de ello gratísimos recuerdos, como que en todos mis amores he sido feliz. En ellos he querido de diferente manera según el temperamento de la chica, las circunstancias y el ambiente. Sin embargo, cada vez que me enamoro creo ser ésta la única ocasión en que verdaderamente he querido.”

“Solo quiero que hoy comprendan, el valor que representa el coraje de querer.”

Pero no todo queda en esta fecha . Existen otras que recuerdan y celebran este arte como

El "Día de la Mujer Cantora" se celebra el 28 de octubre en la provincia de Neuquén, Argentina. Esta fecha es un homenaje a las mujeres cantoras de la provincia, reconociendo su contribución a la cultura folclórica de la Patagonia. La iniciativa surgió en la localidad de Las Ovejas, como una forma de valorar y destacar el talento femenino en la música tradicional

El Día de la Música se conmemora el 22 de noviembre en honor a Santa Cecilia, patrona de este arte. Su historia se remonta a una época difícil para el cristianismo, en la cual la persecución la llevó al martirio. La fecha fue dispuesta para celebrar a todos los que se dedican a la música, en recuerdo de esta santidad del catolicismo, símbolo de lucha, convicción y fe.

el Día Nacional del Tango se celebra cada 11 de diciembre desde 1977 y conmemora los nacimientos del cantor y compositor Carlos Gardel y del compositor, violinista, arreglador y director Julio de Caro, íconos de nuestra música ciudadana.

También se celebra en el país el Día Nacional del Músico en conmemoración al nacimiento de Luis Alberto Spinetta el 23 de enero de 1950. La fecha fue aprobada por el Congreso de la Nación y desde 2015, los artistas de la Argentina tienen un día que se diferencia del Día de la Música, que se conmemora el 22 de noviembre.

Impulsada por el INAMU (Instituto Nacional de la Música), la ley 27.106 apunta a resignificar la relevancia cultural producida por nuestros músicos al tiempo que le rinde tributo a una de las figuras trascendentales del rock nacional.


lunes, 9 de junio de 2025

Acnur y el Día Mundial de los Refugiados

 


No existe un "mes de los refugiados" formal a nivel mundial, pero si existe el Día Mundial del Refugiado (20 de junio). Durante el mes de junio se realizan distintas actividades relacionadas a esta fecha que sirven para destacar la importancia de la protección y la solidaridad con las personas refugiadas. Este día busca reconocer y honrar a las personas que han sido forzadas a huir de sus hogares debido a conflictos, persecución o violencia, destacando la importancia de la solidaridad y la protección de los refugiados.

Objetivo: Reconocer y honrar a las personas refugiadas, enfatizar su derecho a la protección y buscar soluciones a su situación.

Organizador: ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados).

Importancia: Brindar una plataforma para la conciencia pública sobre la situación de los refugiados, promover la solidaridad internacional y la protección de sus derechos.

Además del Día Mundial del Refugiado, algunos países y organizaciones también pueden celebrar eventos y actividades relacionadas con los refugiados a lo largo de todo el mes de junio, como la Semana de los Refugiados en el Reino Unido y Australia. Estos eventos tienen como objetivo aumentar la conciencia sobre la situación de los refugiados, impulsar la inclusión social y económica de los mismos, y buscar soluciones a largo plazo.

ACNUR, que significa Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, es una agencia internacional que se enfoca en proteger a las personas que se ven obligadas a huir de sus hogares debido a conflictos, persecuciones u otros factores. Su misión principal es garantizar que estas personas puedan encontrar seguridad, dignidad y un futuro mejor.

Funciones de ACNUR:

Protección: ACNUR ayuda a las personas refugiadas, solicitantes de asilo y apátridas a acceder a protección legal y otros derechos.

Asistencia: Brinda asistencia vital, como alimentos, refugio, atención médica y educación.

Soluciones: Busca soluciones a largo plazo para los refugiados, como la repatriación voluntaria, la integración en el país de acogida o el reasentamiento en un tercer país.

Abogacía: Defiende los derechos de los refugiados y trabaja para garantizar que se respeten sus derechos humanos fundamentales.

Presencia de ACNUR: ACNUR tiene una presencia global, con oficinas en más de 130 países, incluyendo Argentina. En Argentina, ACNUR trabaja para apoyar a las personas refugiadas, solicitantes de asilo y apátridas, especialmente en las zonas fronterizas y en los principales centros urbanos. También trabaja para mejorar la integración socioeconómica de las personas refugiadas en Argentina.

Cómo apoyar a ACNUR:

Donaciones: Puedes realizar una donación individual o mensual a ACNUR a través de Fundación ACNUR Argentina.

Voluntariado: Puedes unirte a ACNUR como voluntario o voluntaria en diferentes áreas.

Difusión: Puedes compartir información sobre el trabajo de ACNUR con tus amigos y familiares.

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) es el organismo de las Naciones Unidas encargado de proteger a los refugiados y desplazados por persecuciones o conflictos, y promover soluciones duraderas a su situación, mediante el reasentamiento voluntario en su país de origen o en el de acogida. Tiene su sede en Ginebra (Suiza), y más de 250 delegaciones repartidas por todo el mundo. El derecho al asilo y refugio es contemplado en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Creación El Estatuto de la Oficina del ACNUR fue adoptado en la resolución 428 de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1950. Inició sus funciones el 1 de enero de 1951, teniendo como primer decreto el de ayudar a reasentar a más de un millón de refugiados europeos que aún se encontraban sin hogar como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial.

Los antecedentes históricos directos de ACNUR fueron:

La Sociedad de las Naciones designó como Alto Comisionado para los Refugiados a Fridtjof Nansen en 1922.

La Administración de Socorro y Rehabilitación de las Naciones Unidas​ entre 1943 y 1949, creada para ayudar a los refugiados de la Segunda Guerra Mundial (aquí la locución «Naciones Unidas» hace referencia a los países conocidos como «aliados», no a la ONU).

Se crea la Organización Internacional para los Refugiados como agencia especializada de las Naciones Unidas, en funciones desde 1946 hasta 1952.

La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 definió el concepto jurídico de «refugiado» y estableció el tratamiento que debe recibir. El Protocolo de 1967 unificó varias resoluciones adicionales para ampliar el marco de actuación de ACNUR y de los países adheridos a la convención.

Funciones

La misión del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) es garantizar que «todas las personas tenga derecho a buscar asilo y encontrar un refugio seguro en otro Estado, con la opción de regresar eventualmente a su hogar, integrarse o reasentarse».[3]​ Este derecho permite satisfacer necesidades básicas, como el acceso a una vivienda digna, una alimentación adecuada, agua potable, entre otros derechos inherentes a la persona que deberían de ser garantizados en los Estados de origen, pero se ven limitados por diversos problemas o conflictos como la guerra, la violencia, la persecución, así como problemas familiares irreconciliables. El ACNUR trabaja constantemente para poder construir mejores futuros y oportunidades de vida para millones de personas que son forzadas a abandonar su hogar de residencia.​

En 1951 se adoptó la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados qué establece diversas obligaciones de los Estados contratantes respecto a los derechos de los refugiados y reconoce al ACNUR como órgano encargado de «velar por la aplicación de las convenciones internacionales que aseguran la protección a los refugiados».[5]​ En este sentido, los Estados contratantes se comprometen a cooperar con el ACNUR y presentar informes y datos estadísticos sobre la condición de los refugiados, la ejecución de la Convención y el derecho interno en vigor, concerniente a los refugiados.​

 

Una de las funciones de vital importancia del ACNUR es la de protección, que consiste principalmente en garantizar el acceso igualitario de los refugiados a los diversos derechos de que gozan de acuerdo con los diversos instrumentos internacionales entrelazados con la competencia del ACNUR .[4]​ Otra función es el alojamiento de emergencia en casos de urgencia humanitaria durante la cual debe garantizarse la supervivencia durante las crisis o el desplazamiento. El ACNUR brinda carpas, láminas de plástico, entre otros recursos materiales que pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte de quienes se desplazan.[7]​ Por otro lado, mientras el alojamiento de urgencia es una solución a corto plazo, existe otra función denominada «soluciones duraderas» que consiste principalmente en otorgar asistencia legal y educación para que los refugiados al regresar a su país de origen, puedan incorporarse e integrarse a la vida en comunidad con dignidad y un sentimiento de paz.[4]​ En casos de emergencia, el Acnur busca responder de manera fugaz e inmediata al momento del acontecimiento, dentro de las 72 horas «gracias a una red global de proveedores, agencias especializadas y socios».[8]​ El Acnur cuenta con un personal altamente capacitado para lidiar con estas crisis, para brindar la ayuda necesaria y pertinente a los refugiados que buscan la certeza de que se garantizarán sus derechos.[4]​

Atendiendo a la higiene y nutrición de los refugiados, el ACNUR vela por garantizar el derecho a la salud que consta básicamente en el acceso a servicios esenciales de salud, el acceso a agua potable, nutrición adecuada a los grupos de refugiados, así como la prevención y protección a enfermedades crónicas e incurables. Por último, la función de la protección a las personas consiste en la identificación de grupos vulnerables de refugiados, enfocándose en el combate de la discriminación y persecución que sufren las mujeres, los jóvenes, las personas LGBTI, los grupos minoritarios, entre otros que requieren de una especial protección para que no se vulneren sus derechos humanos en el estatus de refugiados.[4]​

Alcance actual

Por la expansión de las actividades del ACNUR a todo el mundo, y a desplazados dentro de un país además de internacionales, el número de personas que son objeto de preocupación para el ACNUR ha aumentado considerablemente desde sus inicios, al tiempo que se ha acentuado la complejidad del problema del desplazamiento forzado. En total, hasta principios del siglo XXI, ha proporcionado asistencia a más de 111 millones de refugiados y desplazados.

A finales de 2019, las personas desplazadas en el mundo ascendían a 79,5 millones. Las nacionalidades de origen de la mayor parte de los refugiados o desplazados son Siria, Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar.[9]​

Se le ha concedido el Premio Nobel de la Paz en dos ocasiones, en los años 1954 y 1981, así como el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1991.

Concede anualmente el Premio Nansen para los Refugiados, (conocido anteriormente como la Medalla Nansen), a individuos o grupos que hayan destacado en la causa de los refugiados.[10]​

En América latina Las acciones del ACNUR  se relacionan principalmente con desplazamientos derivados del crimen organizado y grupos armados, así como situaciones de apatridia.[11]​

 

Equipo

Más de 9000 personas trabajan en ACNUR a lo largo de 126 países, el 88 % de ellos en terreno.

Desde principios de la década de 1980 Acnue empezó a colaborar con embajadores de buena voluntad, esto es, personas de renombre nacional o internacional que emplean su fama o acceso a los medios de comunicación para buscar apoyos en favor de la causa de los refugiados. Actuales embajadores de buena voluntad del ACNUR y año de su nombramiento:[12]​

1987: Barbara Hendricks (1948-), cantante de ópera estadounidense-sueca.

2000: Adel Imam (1940-), actor egipcio.

2001: Angelina Jolie (1975-), actriz estadounidense.

2002: Giorgio Armani (1934-), modisto italiano.

2003: Julién Clerc (1947-), cantante y escritor francés.

2006: Osvaldo Laport (1956-), actor uruguayo.

2006: Georges Dalaras (1949-), músico griego.

2007: Muazzez Ersoy (1958-), cantante turca.

2008: Jesús Vázquez (1965-), presentador español de televisión.

2013: Jáled Joseini (1965-), escritor y médico afgano-estadounidense.[12]​

2016: Cate Blanchett (1969-), actriz australiana.

2020: Alfonso Herrera (1983-), actor mexicano.

Filippo Grandi es un diplomático italiano que participa principalmente en las operaciones humanitarias de las Naciones Unidas. Entre 2010 y 2014, se desempeñó como comisionado general del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo.

Premios

Dos veces Premio Nobel de la Paz en 1954 y 1981

Un Premio Príncipe de Asturias de Cooperación en 1991.

En 2019 recibió el Premio Internacional Jaime Brunet, que otorga la Fundación Jaime Brunet de la Universidad Pública de Navarra.

martes, 3 de junio de 2025

PRESENCIA ITALIANA EN ARGENTINA

 

Cuando los italianos llegaron a varias regiones del extremo sur de América sus costumbres y forma de ser poco a poco se convirtieron en parte de la idiosincrasia de los países en donde se establecieron, estando presentes en diferentes aspectos de la cultura de este país.

Desde 1860 se inició el movimiento migratorio más grande e importante reportado en la República Argentina. Este fue protagonizado por italianos que por diversos motivos decidieron emigrar al país en busca de nuevas oportunidades.

La inmigración italiana hacia el territorio argentino empezó a incrementarse en 1870 y duró hasta aproximadamente 1970.

A diferencia de otros países, la experiencia de Argentina en relación a la cultura y presencia de los italianos en la región fue muy positiva. Fueron recibidos de cierta manera amistosa y en poco tiempo los italianos se adaptaron a la sociedad.

Estos fueron los empezaron a mezclar y fusionar la cultura de ambos países y a formar parte de la historia, política,  arte y costumbres del país.

Los italianos fueron influenciando la cultura argentina con sus tradiciones: los encuentros familiares los domingos, la comida, los bailes, la música, sus conocimientos, su manera de relacionarse y más. Este fenómeno es totalmente contrario al que se da en los procesos migratorios. Porque normalmente es el inmigrante es quien se adapta a la idiosincrasia del país receptivo.

La gastronomía, una rica expresión de la mezcla

Los inmigrantes italianos se abrieron paso con su gastronomía en la cocina y hábitos de alimentación de los argentinos. Lo que hizo que el menú propio de este país se ampliara y llenara de fusiones muy interesantes y deliciosas. La migración de italianosa dejó como resultado una gran variedad de platos. Así como costumbres típicas al momento de comer.

Entre los platos italianos más populares en Argentina se encuentra la típica milanesa. También los ravioles, las albóndigas, la pizza, el estofado, el fainá, la pasta frola, el minestrón genovés, el pan dulce, la fugazza, entre muchos otros.

La comida tradicional argentina está basada en el alto consumo de carne, por lo que resulta rica en proteínas por lo que adaptaron platos italianos con un toque argentino. Por ejemplo, en Italia la pasta no suele acompañarse con carne siendo el ragú argentino mas sustancioso.

Nuestro helado tiene la misma consistencia cremosa que el gelato italiano y nuestra pizza media masa no es más que pizza italiana, pero con un poco más de consistencia. El argentino como el italiano tiene reservado sus domingos para almorzar en familia y comer un buen plato de pastas - frescas o secas, porque si hay algo que nos sobra es variedad - tradición que se intensificó gracias a nuestros nonnos y sus costumbres. También, uno de los mayores aportes a nuestro arte culinario  es, sin duda, la milanesa napolitana - una especie de cotoletta alla milanese, pero tapada con los ingredientes de la pizza: jamón, tomate y queso 

Y, por último, la polenta. Esta comida a base de harina de maíz originaria de Italia, llegó a Argentina junto con la inmigración del siglo XIX y conquistó nuestros paladares aún más en temporada invernal. Se suele decir que, al comer este plato, uno recupera energías, y así se comenzó a asociar con la potencia. Por lo que es muy común escuchar que un argentino diga “tenes mucha polenta” cuando está haciendo alusión a la magnitud de la fuerza.

 Con respecto al lenguaje,. Los italianos acostumbran a hacer muchos gestos con sus manos. Y los argentinos adoptaron en ciertas formas este hábito. Estos movimientos servían para culminar una frase, darle intensidad y colorido a la conversación, o expresar lo que con palabras le faltaría significado.

 De acuerdo con una publicación de The Ethnologue: Languages of the World, en Argentina hay alrededor de 1 millón 500 mil personas que hablan italiano. Lo que convierte a este idioma en el segundo de la nación suramericana, además del inglés que se imparte en las diferentes casas de estudios


Siglo XIX, cuando empezó todo

Según registros históricos, en 1840 se editaban periódicos en italiano en la capital argentina, Buenos Aires. Ya para el siglo XX el tiraje de estos medios había aumentado. La Patria degli Italiani era el de mayor renombre y alcance en ese idioma. Y el tercer más importante de la prensa argentina.

La oleada de inmigrantes italianos entre los siglos XIX y XX causó un impacto en el español nativo de los argentinos. Por ejemplo, según datos de una investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en conjunto con la Universidad de Toronto la entonación bonaerense y el rioplatense tienen una ligera semejanza con los dialectos de Italia. Y, a su vez, difiere sustancialmente de las variantes del español.

Esta característica del dialecto en estas áreas geográficas se debe a que fueron unas las zonas que mayor cantidad de colonos italianos recibieron en esa época. Sobre todo, el español rioplatense que se enriqueció de los italianismos.

A principios del año de 1917, en el mandato de Hipólito Yrigoyen se decretó la enseñanza del italiano de manera obligatoria en los dos últimos años de secundaria de los colegios.

Lunfardo y cocoliche, dos jergas que unifican En Buenos Aires y sus suburbios se habla una jerga conocida como lunfardo. Este nombre proviene de lombardo, ya que su terminología está nutrida con los sonidos propios del italiano hablado en Lombardía (norte de Italia).

Esto se debe a que el asentamiento más importante de italianos ocurrió en la capital de Argentina. En la cual, sus habitantes ampliaron su léxico con variantes del italiano, del portugués, del francés, del inglés para mezclarlos con su nativo quechua.

Incluso desde el año 2000 en Argentina se celebra el Día del Lunfardo el 5 de septiembre. Además esta vieja jerga ha quedado plasmada en diferentes letras de tango y rock nacional.

Aparte, las variantes del italiano como el genovés, el siciliano, el napolitano y el calabrés también se adentraron en el habla de los suramericanos. Palabras como engrupir, pibe, bacán del genovés gróppo, pibe y bacán, respectivamente. Parlar de parlare, mina de femmina y laburar de lavorare son resultado de este acoplamiento.

Cocoliche Esta jerga es el resultado de la mezcla del español con los dialectos italianos norteños y sureños hablados por los inmigrantes de los siglos XIX y XX. El término se usa principalmente en Argentina y Uruguay.

Esta variante del castellano se limitaba al lenguaje oral. Lo que despertó la preocupación de las autoridades de la nación a por la posible debilitación del español típico de la región.

La palabra lunfardo deriva del gentilicio “lombardo”, quienes eran conocidos por sus negocios de dudosa procedencia; así se comenzó a asociar este vocablo con sectores un tanto marginales de la sociedad. Con el pasar del tiempo, se descubrió que lejos de ser un código marginal, este dialecto comenzó a ser utilizado en todos los sectores sociales.

Existen más de seis mil términos provenientes del lunfardo que usamos en el día a día - aunque la cifra varía constantemente entre las palabras que caen en desuso y las que surgen con las nuevas generaciones. Es muy interesante las obras de José Gobello, escritas al respecto. 

Algunas de las palabras y expresiones argentinas más comunes que derivan del lenguaje italiano son:

Pibe: de “pive o pivetto” (xeneize, lengua de Genova). Significa muchacho, aprendiz o muchacho de los mandados de un artesano o comerciante.

Chau: de “ciao”, hola, adiós, hasta pronto, hasta luego en italiano. En Argentina se usa sólo cuando quieres despedirte de una persona.

¡Guarda!: de “guardare”, mirar en italiano. Significa cuidado o atención.

Tuco: de “suco”, jugo en italiano. Se usa para las salsas con tomate.

Bochar: de “bocciare”, aplazar un examen.

Mufa: Se usa para referirse a la mala suerte. Deriva de muffa, que significa moho en italiano.

La música, el sonido del mestizaje contemporáneo El desplazamiento italiano del siglo XIX llegó con todo su folclore. Instrumentos como los pianos, clarinetes y acordeones alegraban los días de aquellos que habían dejado todo por venir a reconstruir sus vidas en una tierra nueva.

La contribución italiana a la música tradicional argentina fue trascendental para la madurez del tango. Inmigrantes y descendientes fueron los primeros y más destacados tangueros. Estos compusieron y cantaron con letras basadas en las anécdotas, penurias y triunfos de los recién llegados del viejo continente.

Otros ritmos como las cuadrillas, las mazurcas y la canzoneta también fueron introducidos por los inmigrantes de este periodo histórico.

Pero, sobre todo en el arte, como la arquitectura, fue donde más destacaron los italianos. Vittorio Meano y Francesco Tamburini son tan solo una minúscula muestra del aporte urbanístico de la nación. Ellos diseñaron y crearon el Palacio del Congreso de la Nación Argentina y, nada más y nada menos que la Casa Rosada.

El proceso de urbanización en Capital Federal se comenzó a notar alrededor de 1880 con una vasta cantidad de arquitectos, ingenieros y maestros mayores de obras provenientes del viejo continente. La mayor parte de nuestros edificios públicos son obra de profesionales italianos que se encargaron de plasmar la belleza de Roma en cada construcción.

Todas las obras y sus creadores tienen la misma importancia, pero dado que no podría hacerle justicia a la magnitud que merece cada personalidad histórica, quisiera centrarme en unos cuantos edificios que son parte del recorrido turístico central de Buenos Aires.

Giovanni Andrea Bianchi se encargó de la construcción del trascendental Cabildo de Buenos Aires - declarado monumento histórico en 1933 y escenario de nuestra Revolución de Mayo de 1810. Por otro lado, Antonio Masella fue un turinés encargado de la construcción de La Catedral Metropolitana de Buenos Aires, mientras que Juan Antonio Buschiazzo era catalogado como “el arquitecto màs representativo del periodo de 1860 a 1914”, gracias a haber inaugurado el Mercado de San Telmo con el motivo de abastecer de alimentos a sus coterráneos recién llegados al país.

Quienes conocen nuestra capital, sabrán que es inaceptable llegar a nuestra tierra y no visitar el Teatro Colón (en la portada), una de las salas de ópera más importantes del mundo. Pero lo que tal vez no sepan, es que fue obra de Francesco Tamburini, arquitecto y profesor de Bellas Artes de la Universidad de Pisa, en Italia. Lamentablemente, a los 44 murió y su pupilo, Vittorio Meano - otro italiano - continuó la obra, aunque también falleció a la misma edad que su maestro. No tardaron en correr rumores y conspiraciones sobre una maldición - hasta se llegó a pensar en demoler todo lo logrado hasta el momento y construirlo desde cero - pero finalmente, la obra continuó a manos de Julio Dormal, un belga que terminó la obra y la inauguró en 1908 con la ópera Aida de Giuseppe Verdi.

Para inicios del siglo XX, exactamente en 1923, se inauguró  el Palacio Barolo, obra del milanés Mario Palanti. Luis Barolo, un italiano que logró forjarse una gran fortuna a base de sus producciones agropecuarias, le encomiendó  a Palanti la construcción de un pasaje comercial. Como ambos compartían el fanatismo por Dante Alighieri, fusionó sus creaciones con representaciones de La Divina Comedia.

Las referencias son claras – tanto el edificio como el poema se dividen en tres partes: el Infierno sería la planta baja, el Purgatorio los catorce pisos, y el Paraíso son los pisos siguientes. Por otro lado, la Divina Comedia cuenta con cien cantos, y el edificio cuenta con cien metros de altura; sus bóvedas tienes grabados con frases referenciales y el faro en la punta del edificio representa a Dios. Un dato curioso es que Barolo anhelaba traer las cenizas de Alighieri a su inmueble para salvarlo de la guerra, pero los restos nunca salieron de Ravena.

Y, por último,  Biblioteca Nacional Mariano Moreno, obra del napolitano Clorindo Testa posee un edificio, con forma de prisma sobre cuatro pilares, está ubicado en una de las zonas más elegantes de la ciudad, rodeada de parques para el disfrute de los lectores y con vista al Rio de la Plata desde su primer piso. Ofrece una colección de libros de más de 1 millón de ejemplares - entre libros, diarios, revistas, fotografías, mapas y partituras. 

En resumen  gracias a los italianos pudimos crecer como sociedad   que han hecho crecer este país con la colaboración de otros inmigrantes provenientes de otras latitudes, trayendo  solo el deseo de mejorar su situación y de la de sus familias y en consecuencia se replicó en el bienestar del nuestra Nación  

Como dijo Don Domingo Faustino Sarmiento en 1879: "La gran inmigración trajo a los albañiles italianos que llevaron el sentido de la proporción, de la belleza y del arte hasta los más olvidados rincones del país."