Mas
allá de los recetarios de cocineros o ecónomas famosos (Choly Berreteaga), de
los antiguos programas destinados a la mujer (Utilísima) y los modernos
realities de gastronomía (Masterchef), sumado a canales de cable como El
Gourmet y los influencers culinarios de las redes sociales, siempre existieron
novelas donde la cocina está muy presente, si no es el escenario principal… es
adorada por alguno de sus protagonistas. Hoy en día, el ‘cook lit o Kitchen Lit
forma parte de la muy mal llamada “literatura femenina”. Por lo general, sus protagonistas
son mujeres trabajadoras que desean superarse y cumplir sus sueños,
sobreviviendo con toques de humor las vicisitudes de la vida, pero en distintos
escenarios (“Comer, rezar, amar…” de Elizabeth Gilbert).
En
las novelas de cook-lit, detallan el duro día a día de la vida de un cocinero
profesional o amateur, así como la pasión y la creatividad que rodean la
creación de un plato. También existen otras que evocan con nostalgia la
historia familiar, a través de recetas, en particular aquellas relacionadas con
la inmigración (Azafrán- Viviana Lepes y Lucrecia Mirad).
En
otras obras encontramos numerosas referencias culinarias. Algunas tan famosas
que han pasado a describir estados de ánimo. Es el caso de la “magdalena de
Proust”. En la obra “En busca del tiempo perdido” este típico dulce
remojado en té despierta recuerdos a los personajes que los llevan a su
infancia.
La
comida también define el carácter de numerosos personajes de ficción en
especial, los detectives sibaritas como el meticulosos Hércules Poirot de
Agatha Christie, el legendario Pepe Carvalho de Manuel Vásquez Montalbán y el íntegro
Comisario Montalbano, fanático de las “arancini” sicilianas, del gran Andrea
Camillieri.
Hoy
como si fuera novedosas encontramos novelas impresas recientemente, donde por
lo general el protagonista es una mujer que tiene una desilusión amorosa. Esta
premisa se repite una y otra vez en libros con títulos y tapas parecidos, pero
con distintos autores totalmente ignotos, por ejemplo, La sonrisa de las
mujeres de Nicolás Barreau o El café de los corazones rotos de Penélope
Stokes, que incluyen recetas al final del libro.
Por
ello quería compartir con Uds. algunos libros anteriores a esta moda literaria
que también fueron adaptados al cine:
La
saga de “Como agua para chocolate” de Laura Esquivel habla de de recetas, de amor, de
secretos, de traiciones, de tradiciones, en síntesis, de la vida familiar
mexicana.
'El
festín de Babette', de Isak Dinesen En
este texto, la escritora de “Memorias de África”, retrata un pueblito pesquero recelosos
de la obra humanitaria de una extranjera y las hijas de un pastor. Ellas tratan
de congraciarse con la comunidad, realizando un banquete, algo que provocará
desconfianza y curiosidad de los lugareños.
“Chocolate”
de Joanne Harris La
novela, igualmente reconocida por la versión cinematográfica que encarnaron
Juliette Binoche y Johnny Depp, vuelve a unir amor y cocina a través de una
chocolatería capaz de despertar los deseos más ocultos de una sociedad atada por
los prejuicios y la discriminación.
“La
sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey”, Mary Ann
Shaffer y Anni Barrows.
Esta novela epistolar cuenta las actividades de un club de lectura que nace
como una coartada espontánea cuando sus miembros fueron descubiertos rompiendo
el toque de queda durante la ocupación nazi.
Para
los más chicos podemos encontrar otro libro que luego fue adaptado al cine,
Charlie y la fábrica de chocolate, Roald Dahl. El señor Wonka, dueño
de la magnífica fábrica de chocolate, ha escondido cinco billetes de oro en sus
chocolates. Quienes los encuentren serán los elegidos para visitar la fábrica.
Charlie tiene la fortuna de encontrar uno de esos billetes y, a partir de ese
momento, su vida cambiará totalmente.
Entre los libros que esconden nostalgias del pasado podemos nombrar:
Victoria Schiridian Una Pizca De Amor Un viaje en el tiempo y la memoria de la mano de 12 mujeres descendientes de inmigrantes armenios en la ciudad de Buenos Aires. En estas páginas nos relatan sus recuerdos, sus heridas, sus alegrías y algunas de sus mejores recetas de la cocina tradicional armenia.
Una
vida en recetas de Silvia Morizono,
ilustrado por Flor Kaneshiro. Desde la cocina, la autora supo despertar
paladares, transmitir valores y reversionar los sabores de su infancia.
Sabores
de la memoria de Ana Pomar Cada
historia de esta entrañable obra, viene con una receta llenas de encanto y asombro.
Además, se publicaron hace muchos años dos antologías de
cuentos y poemas como “Comer con los ojos”, “Vino para contarnos” y “Cuentos
a la Carta” donde recopilan textos escritos por grandes autores de todos
los tiempos donde la comida y el buen beber son protagonistas.
Se que han quedado muchos libros en la estantería sin nombrar: algunos muy entrañables, otros entretenidos y otros tantos para el olvido. Pero como de gustos no hay nada escrito, lo que a mí me encanta, a Uds. quizás no. Todo en la vida son elecciones personales por lo que no debo decirles que leer o como comer, pero si puedo encenderles la chispita de la curiosidad.
A
continuación, les acerco una receta fácil y deliciosa que los personajes de Agatha
Christie disfrutan a la hora de la merienda …los famosos scones ingleses. Además, a la autora le encantaba comerlos a la hora del té con mermelada de higo y crema
de Devonshire que es una nata muy espesa con alto contenido graso. Cabe recordar
que este año, se celebra el centenario de la publicación de su primera novela llamada
“El misterioso caso de Styles”.
SCONES
INGREDIENTES Cantidad para 10 unidades
- 225gr de harina leudante
- 55gr de manteca fría
- 25 gr de azúcar
- 150 ml de leche
- esencia de vainilla
- 1 huevo opcional para pincelar
PREPARACION
- Precalentar el horno y enmantecar una
placa
- Poner la manteca fría cubeteada con
la harina leudante en un bowl y desmenuzarlas con los dedos hasta lograr
un arenado.
- Luego volcar el azúcar a la preparación
- Agregar lentamente la leche con la esencia
de vainilla hasta unir todos los ingredientes quedando una masa
suave y pegajosa. Dejar descansar por 20 minutos en la heladera.
- Colocar la masa sobre una
superficie enharinada estirar hasta que quede un grosor de 2 cm y cortar con
un aro, taza o vaso de aproximadamente 5 cm de diámetro. Colocarlos en la
bandeja enmantecada. Pincelar con leche o huevo batido
- Cocinar entre 12 y 15 minutos hasta
que leven y se doren
- Enfriar en una rejilla y servir con
manteca, mermelada, crema o lo que más les guste
- NOTA: Esta receta se encuentra en la web
oficial de Agatha Christie. Existen otras recetas que adicionan a la masa:
polvo de hornear, sal y huevos. Opcional: chips de chocolate, pasas de
uva, nueces, frutas abrillantadas, cáscara rallada de naranja o limón. También
se pueden cortar con forma de triángulos.