El cuento "El gesto de la muerte" de Jean Cocteau llegó hasta mi por primera vez, gracias a la lectura de la obra“Cuentos breves y extraordinarios” de Jorge L. Borges y Adolfo Bioy Casares. Esta antología reúne microrelatos pertenecientes a escritores de todos los tiempos. Con el tiempo encontré en el ciberespacio otro muy parecido llamado "La Muerte en Samarra" de Gabriel Garcia Marquez. Y dude de la honestidad del gran autor colombiano.
Ni lerda ni perezosa investigué y descubrí que en realidad existen varias versiones muy antiguas que se remontan a la literatura judeo-talmúdica del siglo VI y
a la tradición musulmana sufí de los siglos IX al XIII. Cabe aclarar que se los conoce como apólogos que son relatos cortos, en prosa o verso, escritos con intención
didáctica y moralizadora. ...
Al ser incluido en la
novela “Le Grand Ècart” (1923) del escritor francés Jean Cocteau, alcanzó una
gran difusión por el efecto que le produce al lector sorprendiéndolo no solo por su final sino también por su brevedad. Además sirvió de fuente de inspiración de múltiples recreaciones
literarias (poemas, narrativas, dramaturgia) que difieren levemente entre si,
en cuanto a sus escenarios, y personajes, aunque sin perder la esencia
del cuento. Asimismo es considerado uno de los mejores ejemplos de micro ficciones,
cuentos breves, brevísimos o como quieran llamar a las narraciones que no necesitan muchas palabras para para cautivarnos.
¿Plagio, recurso literario o recreación? Les acerco algunos
de los textos más famosos.
Un hombre vino muy temprano a presentarse en el palacio del
profeta Salomón, con el rostro pálido y los labios descoloridos.
Salomón le preguntó:
-¿Por qué estás en ese estado?
Y el hombre le respondió:
-Azrael, el ángel de la muerte, me ha dirigido una mirada
impresionante, llena de cólera. ¡Manda al viento, por favor te lo suplico, que
me lleve a la India
para poner a salvo mi cuerpo y mi alma!
Salomón mandó, pues, al viento que hiciera lo que pedía el
hombre. Y, al día siguiente, el profeta preguntó a Azrael:
-¿Por qué has echado una mirada tan inquietante a ese
hombre, que es un fiel? Le has causado tanto miedo que ha abandonado su patria.
Azrael respondió:
-Ha interpretado mal mi mirada. No lo miré con cólera, sino
con asombro. Dios, en efecto, me había ordenado que fuese a tomar su vida en la India , y me dije: ¿Cómo
podría, a menos que tuviese alas, trasladarse a la India ?
EL GESTO DE LA MUERTE ( Novela Le Grand Ecart 1923) JEAN COCTEAU. (Francés,1889– 1963)
Un joven jardinero persa dice a su príncipe: -¡Sálvame!
Encontré a la Muerte
esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera
estar en Ispahan. El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde,
el príncipe encuentra a la
Muerte y le pregunta: -Esta mañana, ¿por qué hiciste a
nuestro jardinero un gesto de amenaza? -No fue un gesto de amenaza -le
responde- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahan esta mañana
y debo tomarlo esta noche en Ispahan.
-Señor -dice- he visto a la Muerte en el mercado y me
ha hecho una señal de amenaza.
El amo le da un caballo y dinero, y le dice:
-Huye a Samarra.
El criado huye. Esa tarde, temprano, el señor se encuentra a
la Muerte en
el mercado.
-Esta mañana le hiciste a mi criado una señal de amenaza
-dice.
-No era de amenaza -responde la Muerte- sino de sorpresa.
Porque lo veía ahí, tan lejos de Samarra, y esta misma tarde tengo que recogerlo
allá.
Queda en cada uno de nosotros elegir cual nos gustò.
FIN
Fuente:
Antología “Cuentos breves y
extraordinarios” -Jorge L. Borges y Adolfo Bioy Casares- Ed .Losada